Se analiza el desarrollo de las relaciones industriales dirigidas a mejorar las condiciones de trabajo y de vida en los servicios de entrega de alimentos; más precisamente, considerando la ciudad de Bolonia como un caso de estudio interesante y las opiniones de los repartidores como una contra–narración en las oportunidades y desafíos del capitalismo de las plataformas, para comprender tanto los problemas actuales como las posibles soluciones. La hipótesis a verificar es que la retórica sobre la compartición y la gig economy en las plataformas no es adecuada para describir y incorporar la percepción de los trabajadores sobre su trabajo. Entonces, sin un diálogo social en los términos de la relación industrial entre diferentes partes, no es posible asegurar la justicia social, así que las plataformas se vuelven campo de conflictos.